APRENDIZAJE DE SERVICIO EN AFABEL (Belorado)
El pasado 19 de febrero, los alumnos del CEIP VIRGEN DE LA ANTIGUA visitaron AFABEL. Una asociación de enfermos de Alzheimer donde realizaron un gran APRENDIZAJE DE SERVICIO mediante una educación experiencial que combina currículo académico y servicio comunitario.
Consideramos que este tipo de Educación es fundamental, favoreciendo grandes aprendizajes y fomentando valores como la intergeneracionalidad, solidaridad, ayuda, relaciones sociales, empatía, etc.
Junto a la ayuda de los "abuelos" se realizaron bonitos talleres de manualidades: pompones, llaveros y broches.
Esta actividad ha sido posible Gracias a AFABEL por recibirnos y Gracias a la Fundación Caja de Burgos por hacer posible este tipo de actividades a través del proyecto PLANEA EMPRENDEDORES
Los productos que hemos elaborado se podrán adquirir en nuestro próximo MERCADILLO SOLIDARIO:
19 DE MARZO EN BELORADO
Extintores co2 2 kg
Extintor 6 kg abc
Viajar en familia puede ser una aventura llena de descubrimientos y diversión. En las casas rurales Sevilla, encontrarás el entorno perfecto para desconectar del bullicio de la ciudad y reconectar con la naturaleza. Estas casas ofrecen amplias áreas para los niños, como jardines y patios donde pueden jugar libremente. Además, muchas incluyen actividades al aire libre como senderismo, visitas guiadas y talleres para los más pequeños. Explorar Sevilla desde una casa rural garantiza momentos únicos en familia, combinando comodidad, naturaleza y una experiencia cultural rica e inmersiva.
Una de las actividades más emocionantes que ofrecen las casas rurales en Sevilla es la oportunidad de aprender sobre la ganadería brava. Las visitas a fincas que cuidan de los toros bravos permiten a los niños aprender sobre esta tradición tan representativa de Andalucía. Durante la actividad, las familias pueden interactuar con los animales desde la distancia adecuada, disfrutar de explicaciones educativas y participar en talleres interactivos. Este acercamiento a la cultura andaluza resulta tanto divertido como educativo, dejando recuerdos imborrables en los niños y sus familias.
Elegir una casa rural Sevilla tiene numerosos beneficios para disfrutar en familia. Estas propiedades suelen encontrarse en entornos tranquilos, lejos del ruido y la contaminación. Muchas incluyen zonas infantiles, piscinas y espacios para barbacoas, ideales para compartir momentos inolvidables. Además, la cercanía a puntos de interés como parques naturales, pueblos con encanto y actividades culturales asegura una experiencia completa. Las casas rurales combinan comodidad, autenticidad y la oportunidad de experimentar la verdadera esencia de la región, todo ello en un ambiente acogedor y familiar.
Las rutas de senderismo adaptadas para niños son otro atractivo que ofrecen las casas rurales en Sevilla. Estas caminatas permiten a las familias explorar los parajes naturales de la región de manera segura y accesible. Los caminos serpentean entre olivares, dehesas y riachuelos, ofreciendo vistas impresionantes y la oportunidad de observar flora y fauna local. Muchas casas rurales proporcionan mapas y guías para estas actividades, asegurando una experiencia organizada y memorable. Las caminatas al aire libre no solo fomentan la actividad física, sino que también crean conexiones más profundas entre los miembros de la familia.
Una estancia en una casa rural en Sevilla no estaría completa sin explorar los encantadores pueblos de los alrededores. Estas escapadas permiten a las familias descubrir la riqueza cultural de Andalucía, desde la artesanía local hasta la gastronomía típica. Los niños pueden disfrutar de talleres de cerámica, visitas a molinos de aceite o ferias tradicionales. Además, los padres pueden degustar platos auténticos mientras aprenden más sobre la historia de la región. La combinación de actividades culturales y momentos en familia asegura una experiencia enriquecedora para todos.
Aunque las actividades son el corazón de unas vacaciones familiares, las casas rurales en Sevilla también ofrecen la oportunidad de relajarse y disfrutar de la convivencia. Desde noches estrelladas en el patio hasta desayunos con productos locales, cada detalle contribuye a una experiencia acogedora. Las familias pueden organizar juegos, leer juntos o simplemente disfrutar del silencio de la naturaleza. Este equilibrio entre aventura y tranquilidad es lo que hace que una estancia en una casa rural sea tan especial y recomendada para quienes buscan unas vacaciones inolvidables.
Elegir una casa rural en Sevilla para disfrutar en familia es apostar por una experiencia llena de momentos especiales. Entre actividades al aire libre, encuentros con la tradición andaluza y tiempo de calidad con los tuyos, estas escapadas son ideales para desconectar y recargar energías. No importa la temporada, las opciones y atracciones están disponibles todo el año, adaptadas a las necesidades de cada familia. ¡No esperes más y comienza a planear tu próxima aventura en las casas rurales de Sevilla! La diversión en familia está garantizada.
El acero inoxidable no tiene rival: cuando el orden manda en la cocina.
No es poesía. No es oratoria para convencer al cliente. Es pura realidad metálica, fría y eficaz. En una cocina profesional, donde la temperatura sube, el ritmo aprieta y la exigencia no perdona, las estanterías de acero inoxidable son el pilar silencioso que mantiene todo de pie.
Sí, hablamos de ese mobiliario sin florituras, que no pestañea ante el vapor ni se inmuta con la grasa. Ese que no busca ser protagonista pero sin el cual todo se convierte en caos. Porque una cocina, cuando no está ordenada, no es cocina. Es jungla.
Resistencia. Higiene. Durabilidad. Son las tres palabras que definen al acero inoxidable. Y no, no es una moda ni una tendencia pasajera, es una declaración de principios.
Cada vez que instalamos una estantería de acero inoxidable en una cocina industrial, estamos invirtiendo en futuro. Porque este material aguanta lo que le echen: vapor, grasa, detergentes, peso, uso intensivo y el paso del tiempo.
Y aún más: aporta un estilo para tu cocina que la eleva de lo funcional a lo profesional. Ese brillo sobrio, pulcro, que transmite orden y seriedad. Porque no todo entra por los ojos, pero cuando entra... ya no sale.
Una estantería bien colocada es tan importante como una buena receta o una plancha a punto. Sirve para sostener, clasificar y facilitar. En una cocina con criterio, cada elemento tiene su sitio y su lógica.
Las estanterías de acero inoxidable ayudan a crear ese mapa invisible donde todo se encuentra a la primera. Donde el ritmo de trabajo fluye. Donde no se pierde tiempo buscando un bol, una cazuela o una cubeta.
Esa es la cocina que funciona. La que produce sin errores. La que reduce accidentes y multiplica la eficiencia.
Hay noticias de empresas de restauración, colectividades y catering que lo han tenido claro desde el principio. Que han apostado por un equipamiento sólido, funcional y sin concesiones al azar. Y todas coinciden: el acero inoxidable no decepciona.
Restaurantes de alta cocina, hospitales, comedores escolares, hoteles... todos coinciden en una cosa: la limpieza y el orden son inseparables. Y para lograrlo, se necesita una estructura que aguante, que se mantenga limpia y que facilite el acceso a todo lo necesario.
No es solo cuestión de imagen. Es salud. Es eficiencia. Es sentido común.
El universo del acero inoxidable es amplio y versátil. Hay un tipo de estantería para cada cocina, cada espacio y cada ritmo de trabajo.
Estanterías murales: aprovechan el espacio vertical y permiten tener lo esencial al alcance de la mano.
Estanterías modulares: se adaptan a cada rincón, se configuran a medida y evolucionan con el negocio.
Estanterías con ruedas: ideales para cocinas móviles o entornos de trabajo dinámicos.
Estanterías cerradas: para almacenar productos delicados o sensibles a la contaminación.
Estanterías angulares: perfectas para esquinas y espacios difíciles, donde cada centímetro cuenta.
Todo pensado. Todo diseñado con un propósito: facilitar el trabajo.
No todo lo que brilla es acero. Y no todo el acero vale. La cocina profesional requiere acero inoxidable AISI 304, con resistencia química, térmica y estructural de primer nivel.
Antes de comprar, hay que mirar:
Capacidad de carga: no sirve una estantería que se deforme con 10 kilos.
Acabado sanitario: sin tornillos expuestos, sin poros, sin rincones inalcanzables.
Compatibilidad con normativas de sanidad alimentaria.
Reputación del fabricante.
El acero no engaña, pero el mercado sí puede hacerlo. Invertir en calidad hoy es ahorrar en disgustos mañana.
Aunque robusto y noble, el acero inoxidable exige unos mínimos cuidados para mantener su esplendor y su rendimiento.
Limpieza diaria con paños suaves y productos neutros.
Nada de lejía, cloro o estropajos metálicos.
Secado inmediato tras la limpieza para evitar manchas.
Revisión periódica de juntas y soldaduras.
Con estas rutinas, una estantería de acero puede durar décadas sin perder ni una pizca de funcionalidad.
No es solo cuestión de orden. Es también una cuestión de prestigio. El acero habla sin decir una palabra. Su presencia transmite disciplina, seriedad y eficiencia.
Una cocina con estanterías de acero inoxidable es una cocina que se toma en serio su trabajo. Que no deja nada al azar. Que apuesta por lo duradero frente a lo improvisado.
Y en los tiempos que corren, donde cada cliente cuenta y cada opinión se viraliza, la imagen interna también cuenta. Porque aunque el comensal no vea la cocina, la cocina se nota en el plato.
El orden no es un lujo. Es una necesidad. En la cocina profesional, el éxito empieza por la base. Y esa base se construye con elementos como las estanterías de acero inoxidable, que no solo sostienen ollas y platos, sino también la reputación de todo un negocio.
Cuando el ritmo de servicio es alto y los errores no tienen cabida, tener todo en su sitio no es opcional. Es vital.
Así que evitemos excusas, modismos vacíos y patrones gastados. Porque si algo garantiza el acero, es que donde hay estructura, hay eficacia. Y donde hay eficacia, hay éxito.
El acero inoxidable no tiene rival: cuando el orden manda en la cocina.
No es poesía. No es oratoria para convencer al cliente. Es pura realidad metálica, fría y eficaz. En una cocina profesional, donde la temperatura sube, el ritmo aprieta y la exigencia no perdona, las estanterías de acero inoxidable son el pilar silencioso que mantiene todo de pie.
Sí, hablamos de ese mobiliario sin florituras, que no pestañea ante el vapor ni se inmuta con la grasa. Ese que no busca ser protagonista pero sin el cual todo se convierte en caos. Porque una cocina, cuando no está ordenada, no es cocina. Es jungla.
Resistencia. Higiene. Durabilidad. Son las tres palabras que definen al acero inoxidable. Y no, no es una moda ni una tendencia pasajera, es una declaración de principios.
Cada vez que instalamos una estantería de acero inoxidable en una cocina industrial, estamos invirtiendo en futuro. Porque este material aguanta lo que le echen: vapor, grasa, detergentes, peso, uso intensivo y el paso del tiempo.
Y aún más: aporta un estilo para tu cocina que la eleva de lo funcional a lo profesional. Ese brillo sobrio, pulcro, que transmite orden y seriedad. Porque no todo entra por los ojos, pero cuando entra... ya no sale.
Una estantería bien colocada es tan importante como una buena receta o una plancha a punto. Sirve para sostener, clasificar y facilitar. En una cocina con criterio, cada elemento tiene su sitio y su lógica.
Las estanterías de acero inoxidable ayudan a crear ese mapa invisible donde todo se encuentra a la primera. Donde el ritmo de trabajo fluye. Donde no se pierde tiempo buscando un bol, una cazuela o una cubeta.
Esa es la cocina que funciona. La que produce sin errores. La que reduce accidentes y multiplica la eficiencia.
Hay noticias de empresas de restauración, colectividades y catering que lo han tenido claro desde el principio. Que han apostado por un equipamiento sólido, funcional y sin concesiones al azar. Y todas coinciden: el acero inoxidable no decepciona.
Restaurantes de alta cocina, hospitales, comedores escolares, hoteles... todos coinciden en una cosa: la limpieza y el orden son inseparables. Y para lograrlo, se necesita una estructura que aguante, que se mantenga limpia y que facilite el acceso a todo lo necesario.
No es solo cuestión de imagen. Es salud. Es eficiencia. Es sentido común.
El universo del acero inoxidable es amplio y versátil. Hay un tipo de estantería para cada cocina, cada espacio y cada ritmo de trabajo.
Estanterías murales: aprovechan el espacio vertical y permiten tener lo esencial al alcance de la mano.
Estanterías modulares: se adaptan a cada rincón, se configuran a medida y evolucionan con el negocio.
Estanterías con ruedas: ideales para cocinas móviles o entornos de trabajo dinámicos.
Estanterías cerradas: para almacenar productos delicados o sensibles a la contaminación.
Estanterías angulares: perfectas para esquinas y espacios difíciles, donde cada centímetro cuenta.
Todo pensado. Todo diseñado con un propósito: facilitar el trabajo.
No todo lo que brilla es acero. Y no todo el acero vale. La cocina profesional requiere acero inoxidable AISI 304, con resistencia química, térmica y estructural de primer nivel.
Antes de comprar, hay que mirar:
Capacidad de carga: no sirve una estantería que se deforme con 10 kilos.
Acabado sanitario: sin tornillos expuestos, sin poros, sin rincones inalcanzables.
Compatibilidad con normativas de sanidad alimentaria.
Reputación del fabricante.
El acero no engaña, pero el mercado sí puede hacerlo. Invertir en calidad hoy es ahorrar en disgustos mañana.
Aunque robusto y noble, el acero inoxidable exige unos mínimos cuidados para mantener su esplendor y su rendimiento.
Limpieza diaria con paños suaves y productos neutros.
Nada de lejía, cloro o estropajos metálicos.
Secado inmediato tras la limpieza para evitar manchas.
Revisión periódica de juntas y soldaduras.
Con estas rutinas, una estantería de acero puede durar décadas sin perder ni una pizca de funcionalidad.
No es solo cuestión de orden. Es también una cuestión de prestigio. El acero habla sin decir una palabra. Su presencia transmite disciplina, seriedad y eficiencia.
Una cocina con estanterías de acero inoxidable es una cocina que se toma en serio su trabajo. Que no deja nada al azar. Que apuesta por lo duradero frente a lo improvisado.
Y en los tiempos que corren, donde cada cliente cuenta y cada opinión se viraliza, la imagen interna también cuenta. Porque aunque el comensal no vea la cocina, la cocina se nota en el plato.
El orden no es un lujo. Es una necesidad. En la cocina profesional, el éxito empieza por la base. Y esa base se construye con elementos como las estanterías de acero inoxidable, que no solo sostienen ollas y platos, sino también la reputación de todo un negocio.
Cuando el ritmo de servicio es alto y los errores no tienen cabida, tener todo en su sitio no es opcional. Es vital.
Así que evitemos excusas, modismos vacíos y patrones gastados. Porque si algo garantiza el acero, es que donde hay estructura, hay eficacia. Y donde hay eficacia, hay éxito.